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Limpieza de hospitales de gestión privada

En Rodila Plus contamos con los medios y la cualificación apropiados para asumir la limpieza de hospitales de gestión privada y pública. Estamos en condiciones de desarrollar un excelente trabajo en toda clase de establecimientos sanitarios. El todavía reciente periodo de pandemia se convirtió, asimismo, en un máster más que exigente para las empresas que prestamos el servicio de limpieza.

Factores diferenciales de la limpieza de hospitales de gestión privada

En realidad, la diferencia entre los centros hospitalarios públicos y privados es meramente administrativa. A efectos de las tareas y la exigencia de la limpieza de hospitales, son por completo indistinguibles. Los riesgos sanitarios y la necesidad de pulcritud, fiabilidad y experiencia son idénticos.

La higienización y la desinfección se han de asegurar de un modo permanente, no en vano hablamos de locales en los que se llevan a cabo actividades sanitarias continuadas. Por ello, la presencia de microorganismos nocivos para la salud —los mismos contra los que se combate— exige librar una batalla perpetua para eliminarlos.

Existe, asimismo, un peligro real de contaminación —directa y cruzada— que precisa garantizar una asepsia integral. Por tal motivo, las técnicas de limpieza de clínicas y laboratorios, en su máxima expresión, constituyen el punto de partida de estos encargos.

Cómo hacer una limpieza de hospitales eficaz

Hay que poner muchísimo cuidado en la contratación de una empresa de limpieza para el ámbito sanitario. Es uno de los encargos más complejos, por lo que exige la presencia de profesionales cualificados, métodos de calidad garantizada y equipos y productos de primer nivel.

De cara a la limpieza de hospitales de gestión privada, hemos desarrollado este decálogo de factores decisivos en la higienización hospitalaria.

1. Contar con especialistas expertos

El factor humano tiene una importancia capital al higienizar estos entornos. La mejor elección contempla aspectos como la formación, los perfiles de los técnicos, la cualificación y el apoyo de una empresa sobradamente cualificada.

2. Diferenciar zonas por niveles

Este trabajo en hospitales requiere trabajar en cuatro grandes tipos de espacios, cuyos requisitos y exigencias técnicas difieren:

  1. Riesgo bajo. Los ascensores, el hall, la sala de espera, el mostrador de ingreso, las oficinas administrativas…

  2. Riesgo medio. La farmacia, las consultas, la cocina, el comedor, el área de urgencias…

  3. Alto riesgo. Los quirófanos, los lugares de aislamiento, las áreas de infecciosos, la unidad de cuidados intensivos…

  4. Riesgo crítico. Cualquier elemento o superficie que va a entrar en contacto con labores o pacientes de cirugía.

3. Dotación técnica

Es imprescindible contar con la maquinaria y los avances tecnológicos de referencia que, en buena lógica, siempre han de permanecer higienizados. Además, los productos desinfectantes y limpiadores deben adaptarse a las particularidades específicas de cada entorno. Más allá de combatir con éxito la aparición y la resistencia de los microorganismos, tienen que ser saludables y no generar ninguna clase de molestias ni problemas a los pacientes, visitantes y sanitarios.

4. Planificación concienzuda

El plan de limpieza se ha de diseñar estratégicamente en función de las dimensiones, características y circunstancias de cada hospital o centro sanitario. Profesionales experimentados establecen en él la periodicidad, los protocolos y las frecuencias óptimos. Define y consigna las tareas rutinarias de la limpieza diaria, las labores esenciales en momentos y situaciones de riesgo, los trabajos de choque para desinfectar y las acciones posteriores al alta de los pacientes.

5. Flexibilidad y discreción

Ser flexibles y discretos durante el trabajo es, asimismo, decisivo. Toda empresa de limpieza, en el sector sanitario, ha de ser como los juncos: flexible y resistente. Los servicios y las tareas se adaptan a las circunstancias sanitarias sin solución de continuidad. Además, estas labores se realizan en entornos humanos especialmente afectivos. El desempeño de nuestros trabajos exige minuciosidad y rigor, por supuesto; pero también corazón, sensibilidad y prudencia. Todo ha de estar impecable en todo momento. El reto es hacer visible esa limpieza desde la invisibilidad de los profesionales.

En definitiva, la clave en la limpieza de hospitales de gestión privada es contratar a la empresa adecuada. Esta selección requiere valorar la capacitación profesional, la trayectoria y los recursos técnicos disponibles. Implica, sobre todo, comparar alternativas y considerar principalmente la profesionalidad demostrada en los servicios de higienización más exigentes. ¿Buscas este perfil de empresa de limpieza? Contáctanos ahora.